Los cuerpos acribillados a tiros de los elefantes, entre ellos un elefantito de
dos meses, fueron descubiertos el sábado en el Parque Nacional de Tsavo,
en el sudeste de Kenia. Los malditos cazadores furtivos
les han arrancado los colmillos.
Algunos de estos animales están en peligro de
extinción debido a la caza a la que los furtivos les someten para
obtener dicho marfil. Un kilo de marfil puede cotizarse hasta 2.500 dólares en el mercado negro parece ser.
En mayo, 359 colmillos, con un peso de 1,6 toneladas, fueron encontrados en Sri Lanka procedentes del puerto Mombasa, de Kenia.
214 colmillos se incautaron escondidos en un ataúd y bolsas de fertilizante en la vecina Tanzania en octubre. Estaban destinados a Asia.
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