miércoles, 20 de febrero de 2013

De torturar a los animales a pegarse un tiro hay un paso: parece que el burgués rejoneador Antonio Ignacio Vargas lo ha dado, y ha aparecido muerto

El maldito rejón es una vara de madera de 1 a 1,5 metros de largo, rematado con una cuchilla de acero en la punta que utiliza el cabrón que va subido a un caballo durante las torturas y asesinatos públicos de toros, bien para ir clavando brutalidades a los pobres toros o para asesinarlos. Antonio Ignacio Vargas Fernández de Estrada nació en La Puebla de Cazalla (Sevilla) el 14 de junio de 1948, en una familia acaudalada y con gran afición a la tortura animal de toros y caballos. Debutó como "rejoneador" en 1964 en Los Palacios (Sevilla), y ha estado jodiendo toros más de 30 años en los estados español, portugués y francés. Tenía la vida resuelta al nacer, ya podría haberla dedicado a otra cosa...
Actualmente estaba centrado en la doma y venta de caballos, su transporte y el alquiler de cuadras. Además, colaboraba en las retransmisiones televisivas de Canal Sur (ente público que da dinero al asesinato taurino) donde se ven torturas a los pobres toros. Eso de que los animales no son recursos para los humanos no fue uno de sus valores, está claro.
Se casó con Mirna Girón, nieta del matador de toros venezolano César Girón. De este matrimonio nació César, que es matador de toros y se anuncia como César Girón. El muerto educó maravillosamente a su hijo... la estirpe asesina de toros sigue...

En la tarde del domingo apareció muerto en su finca Puerta Príncipe, término municipal de Carmona (Sevilla) el rejoneador sevillano. Según las primeras noticias, la muerte se produjo por un tiro de escopeta. Presuntamente, se disparó. El ser rico no le dio la felicidad, ni machacar animales tampoco. Si lo hubiera hecho 30 años antes, los toros y los caballos se lo habrían agradecido. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario