En Islandia, un hombre está a punto de empezar una cacería de
ballenas con arpones, para trocearlas después, y enviar su carne a Japón
¡para producir comida para perros! La mejor manera de impedir esta
masacre es señalar con el dedo al Primer Ministro Holandés, que está
permitiendo el tráfico de carne de ballena a través del puerto de
Rotterdam, para que rechace estos sangrientos cargamentos. Si los
cazadores de ballenas no pueden vender si carne, podemos frenar la caza antes de que empiece. En pocos días se pondrán manos a la obra. Firma ahora y díselo a tod@s.
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Las ballenas de aleta* son unas gigantescas y mágicas criaturas marinas. Pero en pocos días, un magnate islandés y su grupo de amiguetes se lanzarán a
masacrar más de 180 ejemplares de esta especie en peligro de extinción. Se trata de su hobby veraniego: cazarlas con arpón y después trocearlas y, a través de Holanda,
enviar su carne a Japón para que se convierta en comida para perros.
Pero hay una posibilidad de evitar la carnicería antes de que empiece... no es posible atracar en cualquier parte un barco lleno de cadáveres
de ballenas capturadas ilegalmente. Alemania y Finlandia se han negado a
permitir este comercio vergonzoso. Ahora Holanda se ha convertido en la
pieza clave. Si lanzamos la voz de alarma y pedimos
que las autoridades holandesas impidan que la carne de ballena se transfiera desde su puerto, podemos evitar la masacre!
Tenemos que actuar ya... los barcos balleneros están preparados para
zarpar en pocos días. Firma ahora y dile a todo el mundo que se una a
esta acción. Construyamos una campaña de un millón de firmas para que el primer ministro Mark Rutte vea una verdadera
tormenta mediática, colocando figuras de ballenas gigantes frente a
su oficina a menos que se niegue a autorizar el tránsito desde los
muelles holandeses: