domingo, 31 de diciembre de 2017

Envenenan a niñ@s y mayores...



Ya sabemos que la "Convención de los Derechos del Niño de la ONU" y en general aquellas "regulaciones" similares sirven para poco / nada. En lo que se refiere a una alimentación saludable, aún más, si cabe.

Las cifras de obesidad infantil en el estado español son exorbitantes, siendo ya uno de los peores países de Europa en tasa de sobrepeso y obesidad infantil, afectando ya al 45% de los niños y niñas.

Sabemos además que este aumento de obesidad está directamente relacionado con el aumento de consumos de alimentos procesados con alto porcentaje de azúcar, grasas y sal, especialmente los destinados a la población infantil. En el estado español ya el 70% de lo que consumimos es alimentación procesada, y cuando hablamos de niñ@s aún es superior.

Estado y grandes empresas nos repiten hasta la saciedad, que la responsabilidad de la obesidad infantil es exclusiva de padres y madres, que no educan, que no alimentan bien, que no hacemos lo que debemos.

Se trata de una verdad a medias, l@s menores no eligen como alimentarse, además no tienen capacidad ni elementos para tomar una decisión informada sobre las consecuencias de elegir un alimento u otro. Resulta evidente que cuando existe un peligro para la salud de la población infantil, el estado no actúa para protegerla, ni en general cuando hablamos de los riesgos de salud y enfermedades asociadas a la alimentación.

Estamos permanentemente rodead@s de un ambiente obesogénico en crecimiento, determinado por la enorme presión de la publicidad de alimentación insana que tiene como objetivo principal a la población infantil.

El mayor estudio realizado en el estado español sobre la publicidad televisiva de alimentos dirigidos a la infancia, realizado por la "Escuela Nacional de Salud Pública", ha concluido que la mayoría de los productos que se anuncian como saludables en realidad tienen altos contenidos en azúcar, grasas u otros ingredientes que los hacen malos para la salud. El estudio además constata que l@s menores reciben 7.500 impactos al año de mensajes que les dicen que coman un producto que no es saludable.

Pero seguimos por si quedan dudas, la "Gaceta Sanitaria" publicó recientemente un estudio que muestra cómo los productos de alimentación menos saludables son los que más se dirigen a la población infantil. El 82% de los anuncios de alimentación procesada destinados a niños y niñas publicitan productos con un contenido elevado de sal, grasas o azúcares refinados, frente al 33% de la publicidad dirigida a la población adulta.

Las preguntas entonces son obvias ¿Por qué en el estado español no se prohíbe la publicidad de alimentación insana dirigida a la población infantil? ¿Cuál es la responsabilidad del estado en la creciente epidemia de obesidad infantil? ¿Por qué a nadie le preocupa que el estado incumpla permanentemente los derechos humanos? ¿Por qué las grandes empresas de alimentación tienen derecho a promocionar sus productos procesados en el libre mercado aunque esto vulnere los derechos infantiles y la salud?

Necesitamos urgentemente una movilización social que obligue a garantizar los pocos derechos que tenemos y prohíba de una vez por todas, la publicidad de alimentos insanos. Viva el anarcoveganismo!

Adaptado de: bioeco.

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