Manifestación en São Paulo Las manifestaciones se celebraron, en calles, plazas y playas con la participación no sólo de jóvenes sino de familias enteras con sus hijos pequeños que llevaban a animales queridos, a pesar de que los organizadores habían aconsejado dejar a los animales en casa para evitarles estrés.
Las marchas tuvieron lugar de una punta a otra del país, desde São Paulo a Natal en el Nordeste y hasta Santa Catarina, así como en Porto Alegre. En Rio la marcha tuvo lugar en la famosa playa de Copacabana. En algunos lugares, como en Blumenal, en Natal, la gente iba parando para dar de beber a los animales.
"Nosotros no sabemos defendernos de las crueldades. Necesitamos de vosotros"
En São Paulo, en la capital se manifestaron más de 5.000 personas según el diario Folha. En total, junto con las otras ciudades del Estado de São Paulo, en las que hubo manifestaciones, cerca de 15.000.
Según Renato Bacci Neto, organizador de la marcha paulista, no se ha tratado sólo de un grito de protesta. “La intención de la manifestación ha tenido como finalidad llamar la atención para la aprobación de leyes más duras contra quienes maltratan a los animales”, dijo.
Las manifestaciones contra la crueldad llevada a cabo contra los animales fueron provocadas por la indignación de la sociedad ante algunos casos dolorosos que los meses pasados indignaron a la opinión pública. Entre ellos el del perro Titã de cuatro años, enterrado vivo, que, ya recuperado y adoptado por la joven veterinaria Viviane que lo habia cuidado, fue ayer la mascota escogida como símbolo de la protesta civil; el de la enfermera de 23 años que torturó a su yorkhire hasta la muerte en presencia de una niña de tres años; el del perro salvado in extremis despues de haber recibido de su dueño una bala en la cabeza, o el perrito de 45 dias al que le cortaron el cuello porque “ladraba mucho” y que otro veterinario acabó salvando. O el de la señora que arrojó de un décimo piso a sus dos perros de 14 y 2 años que resultaron muertos o la otra señora que sacrificó a 33 gatos para, al parecer, sacarles la sangre que usaría en ritos satánicos y cuyos cuerpos sin vida arrojó en la calle a la basura.
Titã, enterrado vivo, convertido en símbolo de la lucha contra la crueldad animal
Quien es capaz de torturar a un animal nunca será un pozo de bondad en nada. Puede que haya quienes cuiden y acaricien a su perro y después sean crueles con su prójimo. Los hay. De lo que no hay duda, sin embargo , como decían muchos carteles en las manifestaciones de ayer es que “los animales también sufren como nosotros”.
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